
Como trastornar a un hombre o el bello arte de volver loco a un poli de trafico
Circulaba yo por una carretera provincial, de esas de un solo carril en cada dirección, de pronto y en un tramo de linea continua, me encuentro detrás de un motorista de la benemérita, que por cierto debía llevar poca prisa, no iba ir a mas de 60 km/h., seguro que espera a su colega, o es que no le espera nadie en casa, divagaba sobre su vida, de pronto, sin pensármelo ni una sola vez... me lanzo a un intrépido adelantamiento. Me reconozco impulsiva, y una loca convencida, que conste.
Pongo intermitente, meto la.. bueno alguna marcha metí para acelerar no? me echo a la izquierda, y ala! me lanzo a la aventura de adelantar a un poli de trafico en linea continua.
Según estoy en paralelo con el motorista y mirando de reojo, veo que levanta el brazo izquierdo, no tuve que deducir demasiado, era muy evidente:
- Donde va esa loca??
pero a lo hecho.. denuncia, y seguí adelante, diciéndome a mi misma, de esta me despido del carné..
Dignamente terminé el adelantamiento incorporandome al carril derecho en el mismo instante en que el motorista puso en marcha toda la verbena de luces y música y ahora si fue él quien me adelanto a la vez que me hacia parar...
Todavía no había terminado de bajar el cristal de la ventanilla, cuando ya oía sus gritos:
- Pero está usted loca? acaba de adelantarme en línea continua
Había que verle, verde y a punto de darle un "parrús"
- Si, señor agente, tiene usted razón pero como usted me ha dado paso...
- Queeee... que yo...
- Si, a mi también me ha parecido rarísimo, pero como usted...
- Que no, que yo solo he levantado el brazo porque casi me tira de la moto y le he gritado, donde va loca??? además había linea continua (y dale con la línea de los coj...)
- Claro usted ha levantado el brazo y con él me ha dado paso
- Pero usted es una terrorista del asfalto, y solo he levantado el brazo después de...
- que no que usted me...
- que si...
y siguió la conversación mas surrealista que uno se pueda imaginar, que si yo le había adelantado mal, que si la puta línea, que no, que el me había dado paso, todo con bastantes elevaciones de voz por su parte y salpicado de adjetivos, yo no me apeé del burro en ningún momento, lo hubiera negado todo hasta delante de mi abogado y por supuesto tampoco dejé de referirme a él como "señor agente" que creo, les encanta (o no).
Cuando ya veía que no me libraba de una o varias multas, apareció su colega, antes de darle ninguna explicación, me dijo:
- Ande, vayase vayase, que me esta volviendo loco!!
Salí de allí por ruedas, sonriendo y pensando:
"Que fácil es volver loco a un hombre"