
En cayuco, entre las ruedas, o en cualquier agujero que pueda dar cabida a un cuerpo, por el norte o por el sur, entran, vienen atraídos por las mil o una oportunidad que sueñan encontrar en nuestro idílico país. Si consiguen burlar todas las barreras y son ciertos sus deseos de trabajo en muchos de los casos, la continuación ha de ser la búsqueda de un techo donde poner a remojo las pocas horas que dedican al descanso.
Buscan, encuentran y pagan como todo hijo de vecino. Leo en la prensa la atrocidad que han montado para derribar, casi antes de desalojar, unas chabolas (incluso las denominan infraviviendas, que fuerte!), es urgente, hay que evitar la venta de droga en el poblado chabolista donde habitan unas 2.000 familias, y digo yo, no sería más fácil ir directamente a por los traficantes de turno?. También leo por ahí que el terreno ya está vendido a un constructor… Hmmm ya me va oliendo peor.
No obstante, acepto hasta pulpo, hay que desalojar por cojones, no sería más lógico, primero realojar a tanta familia trabajadora y después… claro que tanta lógica agobia a muchos.
Pero en todo este embrollo surrealista, sigo leyendo, que las atosigadas, agobiadas, apaleadas y demás “adas” han decidido ir a pedir explicaciones a la Junta Municipal de Vicálvaro, pero señores, resulta que NO poseían el necesario permiso legal para realizar la marcha Ups!! Esto ya me supera, vamos que con el pollo que les han montado, van a estar preocupados por solicitar el consiguiente permiso y con póliza de 3 ptas. (hoy 1€, la devaluación y eso), ah! Pero aquí no termina el tema, resulta que por infringir la Ley y no solicitar la autorización, se les puede multar con 12.000 €.
Que más pueden desear, España es un sueño, aunque a veces parezca una pesadilla.